Las proteínas fueron descubiertas en 1838 y su nombre deriva del griego
“proteios”, que significa “primero” o “preeminente”. Pueden ser
descritas como una sustancia que es parte fundamental de los organismos
y en el funcionamiento a nivel celular de animales y vegetales.
Compuesta por una o varias cadenas de aminoácidos unidos por enlaces
peptídicos, participan en varias funciones vitales esenciales como el
crecimiento y el mantenimiento de las células, la contracción muscular,
el sistema inmunológico, la hemoglobina, y en los cromosomas, estos
últimos compuestos por ácidos nucleicos y proteínas. El ser humano
tiene alrededor de unas 30.000 proteínas distintas, de las que sólo
conocemos en detalle un 2%. Las proteínas sirven sobre todo para
construir y mantener las células, aunque su descomposición química
también proporciona energía.
Las proteínas y sus variedades, son una consecuencia de las distintas posibilidades de combinación que ofrecen veinte aminoácidos diferentes, formados a su vez a su vez por hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno y a veces, azufre
Para sintetizar sus proteínas esenciales, cada especie necesita en mayor o menor medida de estos veinte aminoácidos. Las plantas son las únicas que pueden fabricar aminoácidos a partir de nitrógeno y otros compuestos gracias a la fotosíntesis, en cambio la gran mayoría de los organismos, sólo pueden sintetizar unos pocos, por lo que deben ingerir los que no produce por sí mismo. Los que no puede sintetizar, son llamados aminoácidos esenciales. Para el ser humano existen ocho aminoácidos esenciales que debe ingerir para mantenerse sano: leucina, lisina, isoleucina, metionina, treonina, fenilalanina, triptófano y valina. Presentes todos ellos en proteínas de origen vegetal, las bajas cantidades de lisina y triptófano, sugieren el complementar esta dieta vegetal con proteínas animales provenientes de la carne, la leche y los huevos, de manera que de forma general se establece que la ingesta de proteínas recomendada por día debería ser de 0,8 g por kg de peso aproximadamente para los adultos.
Las proteínas y sus variedades, son una consecuencia de las distintas posibilidades de combinación que ofrecen veinte aminoácidos diferentes, formados a su vez a su vez por hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno y a veces, azufre
Para sintetizar sus proteínas esenciales, cada especie necesita en mayor o menor medida de estos veinte aminoácidos. Las plantas son las únicas que pueden fabricar aminoácidos a partir de nitrógeno y otros compuestos gracias a la fotosíntesis, en cambio la gran mayoría de los organismos, sólo pueden sintetizar unos pocos, por lo que deben ingerir los que no produce por sí mismo. Los que no puede sintetizar, son llamados aminoácidos esenciales. Para el ser humano existen ocho aminoácidos esenciales que debe ingerir para mantenerse sano: leucina, lisina, isoleucina, metionina, treonina, fenilalanina, triptófano y valina. Presentes todos ellos en proteínas de origen vegetal, las bajas cantidades de lisina y triptófano, sugieren el complementar esta dieta vegetal con proteínas animales provenientes de la carne, la leche y los huevos, de manera que de forma general se establece que la ingesta de proteínas recomendada por día debería ser de 0,8 g por kg de peso aproximadamente para los adultos.
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